Otra vuelta al Sol

Hoy termina una vuelta al sol y me aventuro a iniciar otra.
Llevo desde hace unos días dando un repaso a sucesos, acontecimientos, anécdotas que forman parte de mi experiencia de vida.
No creo que por cercanía a mí cumpleaños sino porque este último año ha sido para mí una auténtica montaña rusa.
He experimentado sentimientos encontrados como consecuencia de vivencias inesperadas que han logrado descolocarne, al mismo tiempo que me han invitado a mirar hacia lo que verdaderamente era importante para mí y no veía.
He dicho algunos adiós, algún que otro hasta pronto y últimamente muchos holas.
He aprendido que las cosas no son como creemos que son, que depende de los ojos que miran y de la mente que interpreta.
He comprendido que no hay culpas, si compromisos y responsabilidades.
He aprendido a decir que sí cuando quiero decir si, y no cuando quiero decir no. Que mi lugar está donde decido que quiero estar, a pesar que eso incluya alguna despedida. Que a veces para mirar bien hay que tomar distancia, porque hay ruidos que no permiten oír al corazón.
He aprendido a reconocerme, a cuidarme y a agradecer mis logros, al mismo tiempo que acogía amablemente el significado de mis imperfecciones y mis errores, para poder ver su utilidad y darle espacio en mi vida.
He conocido a muchas personas que de una u otra manera han contribuido a la mujer que soy ahora.
He conocido el verdadero significado de la palabra amar a través de mi padre y de mi madre que me han permitido experimentar la vida; de mis hermanos y hermanas fuente de aprendizaje; de mis amigas y amigos que han sido y son mi apoyo; de mi compañero de vida por permanecer a mi lado y en ocasiones sosteniéndome; y de mis tres hijas que no han dejado de mirarme, mientras me acompañan ofreciéndome la fortaleza para continuar en esta aventura de vivir.
Hoy mi niña, mi maravillosa maestra interior termina una vuelta al sol, y doy gracias porque junto a ella me aventuro a iniciar otra.
¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!