La motivación está relacionada con un propósito, un reto o una meta qué nos planteemos, esa ilusión que nace mientras visualizo ese objetivo es la llama que activa la motivación, además de que necesitamos la autoconfianza en nosotras/os para saber que pase lo que pase tendremos los recursos y las herramientas necesarias para poder gestionar esas situaciones, es decir, ¡sabré que hacer!. La autoconfianza me permite estar en el presente y no irme a ese futuro incierto que lo que me genera es ansiedad.
En este caso concreto tenemos que tener presente el estado emocional, intelectual y económico en el que se encuentran y se van a encontrar muchos de nuestros trabajadores cuando se incorporen a las empresas después de un periodo con una vivencia y una experiencia de vida en muchos casos por no decir en la mayoría, muy difícil.
Es necesario que las empresas pongan a disposición de sus trabajadores formación que les permita trabajar en el desarrollo o adquisición de ciertas habilidades blandas, que le van a facilitar la incorporación después de un parón de tanto tiempo. Además de facilitarles la adquisición de otras herramientas y/o conocimientos que les van a permitir ir adaptándose a los nuevos cambios que las empresas van a tener una vez se activen.
Es necesario y conveniente a la hora de plantear estas formaciones tener presente esta situación (estado emocional), para ver en qué medida y orden vamos a ir incorporando esas habilidades blandas que queremos que vayan adquiriendo.
Dependiendo de cómo esté mi equipo, lo cual va a requerir un diagnóstico previo antes de la formación, tendré que empezar con unas habilidades u otras, por ejemplo, si tengo un equipo como un estado de ánimo decaído, poco activo, confuso y desordenado en las tareas, posiblemente tendré que empezar a trabajar en la autoconfianza, empatía, capacidad de adaptación a los cambios etcétera……
La formación en habilidades tiene sentido cuando tengo una aplicación directa en mi puesto de trabajo o en mi vida porque:
- Es ahí donde se genera el aprendizaje, en la puesta en práctica de lo que yo soy y he aprendido a ser.
- En la equivocación porque me permite darme cuenta de que es lo que tengo que cambiar y en la utilidad que me genera.
Si esto no es así y la habilidad no está integrada, la habilidad está en el diploma que acredita que la tengo, y en las situaciones leves donde puedo controlar lo que sucede y tirar de la empatía de libro, pero desde que la situación se tense, sienta que no la controlo, la habilidad no sale, y de lo que hago uso son de ciertos patrones aprendidos que forman parte de mi estructura de carácter, y que no siempre me resultan útil.
¿Cómo se despega?
- Escuchando a las personas como están y que necesitan, a eso se le llama cuidado.
- Conocer en esta nueva etapa laboral donde les gustaría proyectarse, a esto se le llama crear un propósito compartido.
- Como recurso que necesito para llegar a ese propósito llega la formación que me ofrecen, en este caso las habilidades blandas de las que se van a hablar en la mesa.
- Ese propósito más la proyección que quiero la empresa me ofrece y me permite, es la llama de la motivación y de ahí el despegue.
¡Gracias por invitarme a participar en la mesa!.
¡Gracias por la confianza en mí y en mi trabajo!.